9/1/14

VI TERRORISMO Y PROPAGANDA



La advertencia contra la publicidad comercial, en el sentido de que ninguna empresa regala nada, vale en todos los campos, y tras la moderna fusión de los negocios y la política, vale sobre todo contra ésta. La intensidad de tal recomendación aumenta conforme disminuye la calidad. (T. W. ADORNO)


Soy un hombre que ama la paz; no conozco ni el aburrimiento ni el hastío, por eso la amo. Pero entiendo que algo debe tener la guerra cuando el bueno de don Quijote prefería las armas a las letras y Juana de Arco se hiciera santa blandiendo la espada. 
Me refiero, claro está, a las guerras antiguas, en las que había soldados, trincheras y unas pocas reglas de juego. Ahora lo que tenemos es la guerra sucia de los drones y las armas químicas, y la aún más degenerada y sucia del terrorismo. 
El terrorista se cree un soldado; pero para ser un soldado no basta con creerse en posesión de la verdad; se necesita defenderla a cara descubierta, con uniforme bien identificable, y teniendo en la otra trinchera a otros soldados también uniformados y armados que defiendan su propia verdad. No es un soldado quien dispara por la espalda en la nuca o hace estallar un coche-bomba con un mando a distancia, matando a inocentes. 
Es verdad que en toda guerra hay víctimas inocentes, pero siempre se justifican como “daños colaterales” por ambas partes en la consecución de los objetivos de guerra. Para el terrorista, la víctima inocente es el objetivo mismo de su guerra. Pues de lo que se trata es del impacto publicitario que obtiene con su crimen; se trata de propagar el terror. Y en ello encuentran siempre la colaboración incondicional de los medios de información, pues están para eso, para propagar.  
Quiero que se entienda bien esto que digo, no estoy tachando a los periodistas de colaboracionistas con el terrorismo. Lo que quiero decir es que la lógica de los medios de información, que es la lógica de la noticia -y una noticia es siempre una mala noticia-, es la que aprovecha el terrorismo -como el ejército soviético aprovechó las inclemencias del invierno ruso para vencer a Napoleón y a Hitler- para conseguir su objetivo, salir en primera página. Sólo que la lógica del invierno ruso no se puede cambiar; la lógica de la noticia sí, si se quiere.

Dice el Tao te king

Sabe que toda decisión recae sobre uno mismo. 
Crecen las zarzas y espinos donde acamparon los ejércitos
y la miseria y el hambre siguen a la batalla. 
Por eso, no quieras arrebatar nada por la fuerza. 
Mantente firme y decidido
y el fruto, maduro, caerá por su propio peso.
El fruto, sin forzarlo.
El fruto, sin jactarse.
El fruto, sin celebraciones.
Quédate contento con el fruto y nada más. 


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